Trabajar con React me ha permitido entender de manera más profunda cómo se estructuran las interfaces modernas de usuario. A través del uso de useState, useEffect, useRef y useContext, he podido notar que React no solo es una herramienta poderosa, sino también flexible para gestionar la lógica de componentes de forma clara y eficiente.
Al realizar cada uno de estos ejemplos prácticos, reflexioné sobre cómo una buena organización del estado, el manejo de referencias, efectos secundarios y contextos compartidos puede marcar la diferencia entre una aplicación difícil de mantener y una verdaderamente escalable. Además, ver cómo pequeños fragmentos de código generan comportamientos interactivos en el navegador fortalece mi motivación por seguir aprendiendo desarrollo frontend.
Me doy cuenta de que no basta solo con que una aplicación funcione; también debe estar bien estructurada y ser fácil de entender por otros desarrolladores. Por eso, seguir profundizando en React no solo me ayuda a mejorar técnicamente, sino también a adoptar buenas prácticas y a pensar como una desarrolladora profesional.